Cuando se habla
del chocolate, la imagen que casi siempre nos llega a la mente es la del
producto final, bien sea en barras, bombones, líquido o relleno. Con dificultad pensamos en su proceso de
elaboración, que es la clave de un descubrimiento accidental que cambiaría para
siempre el curso de la historia.
Estudios
recientes demuestran que desde hace más de tres mil años la humanidad ha
disfrutado del bien llamado deleite de los dioses, el chocolate. En la actualidad, el misticismo de su sabor
continúa conquistando corazones y sobre todo paladares que sucumben ante el poder de su seducción. Esa seducción motivó a la IX y X promoción de
la academia venezolana de sommeliers, quienes guiados por el abanico de aromas que se desprenden del
cacao y protegidos por la grandeza del sultán de Caracas, emprendieron un viaje
para descubrir la naturaleza chocolatera de Galipán, un pueblo que reposa a los
pies del Ávila.
Allí
se encuentra ubicado el lugar donde se elaboran los chocolates “Picacho” @chocopicacho,
nombre inspirado por la imponencia de una de las montañas ícono del pueblo de
Galipán, que resguarda un ambiente rodeado de flores y nubes que casi tocan el
suelo.
Los
alumnos de la IX y X promoción de sommeliers de la AVS, hacen un agradecimiento a la
señora Nela, una mujer emprendedora, notablemente enamorada de su trabajo y en
la búsqueda incesante de nuevas propuestas, diseños, aromas y sabores.