domingo, 3 de noviembre de 2013

De naturaleza chocolatera y montañas @chocopicacho



Cuando se habla del chocolate, la imagen que casi siempre nos llega a la mente es la del producto final, bien sea en barras, bombones, líquido o relleno.  Con dificultad pensamos en su proceso de elaboración, que es la clave de un descubrimiento accidental que cambiaría para siempre el curso de la historia. 



Estudios recientes demuestran que desde hace más de tres mil años la humanidad ha disfrutado del bien llamado deleite de los dioses, el chocolate.  En la actualidad, el misticismo de su sabor continúa conquistando corazones y sobre todo paladares  que sucumben ante el poder de su seducción.  Esa seducción motivó a la IX y X promoción de la academia venezolana de sommeliers, quienes guiados  por el abanico de aromas que se desprenden del cacao y protegidos por la grandeza del sultán de Caracas, emprendieron un viaje para descubrir la naturaleza chocolatera de Galipán, un pueblo que reposa a los pies del Ávila.


Allí se encuentra ubicado el lugar donde se elaboran los chocolates “Picacho” @chocopicacho, nombre inspirado por la imponencia de una de las montañas ícono del pueblo de Galipán, que resguarda un ambiente rodeado de flores y nubes que casi tocan el suelo. 


En ese lugar, Nela Moser, junto a sus duendes chocolateros, es la encargada de darle vida a su producción artesanal de chocolates, con sabores y aromas ennoblecidos por nuestro cacao venezolano (el mejor del mundo) y los llamados “sabores de montaña” que provienen de las moras, parchitas y los frutos secos; estandartes de la originalidad de chocolates el Picacho. Un producto 100% venezolano, adornado con materiales naturales como la fibra de bora y moriche, de la cestería elaborada por las manos dedicadas y pacientes de las indígenas Warao del Delta del Orinoco y el trabajo de los artesanos de la madera de la provincia venezolana. 


Los alumnos de la IX y X promoción de sommeliers de la AVS,  hacen un agradecimiento a la señora Nela, una mujer emprendedora, notablemente enamorada de su trabajo y en la búsqueda incesante de nuevas propuestas, diseños, aromas y sabores. 


Gracias por compartir sus conocimientos, por su paciencia y por abrir las puertas de su casa, una casa mágica construida con la misma pasión y delicadeza de sus chocolates.   


Articulo y fotografías son cortesía de Erika Rodríguez
@erikasommelier
Estudiante Xma Promo AVS